Para emprender un negocio hay que tener una idea de la cual crees que podrías obtener un beneficio. Lo más complicado es tener la idea, pero lo principal para que sea buena es que sea innovadora. Por tanto es fundamental ser creativos, ya que aunque parezca que todo está inventando todavía queda mucho por hacer. Incluso muchas veces puedes ayudarte de tu propio “cabreo” porque al intentar solucionar algo que te molesta puede surgir una gran idea. Por ejemplo “chupa-chups”: fue inventado por causa de que los niños se manchaban los dedos al comer caramelos, así que Enric Bernat tuvo la idea de unir un caramelo a un palo y triunfó en el mundo entero. Esto solo es un pequeño ejemplo de los inventos que surgieron para solucionar un problema y que actualmente triunfan en todo el mundo. Al principio cualquier idea propuesta te puede parecer estúpida, pero inicialmente no debes criticarlas, ya que puedes apoyarte en ellas y así encontrar la idea inal. A este proceso se le llama “creatividad inteligente”. Por otro lado, con la competencia tan fuerte que hay en la actualidad la clave está en diferenciar nuestro producto del de la competencia. Si pensáis en la cantidad de tiendas de muebles que existen, ¿qué es lo que destaca de Ikea? su precio. ¿Y de los Hoteles AC? que el minibar de la habitación es gratis. Como ves, son negocios habituales pero con “algo” diferente.